Es una lechuga de cabeza que también es baja en valor nutritivo y sabor. La lechuga de hoja y la romana proporcionan sabor crujiente y son excelentes selecciones para ensaladas y emparedados.
Para su óptimo valor nutritivo, la lechuga se debe comer cuando esté fresca y con su sabor crujiente. El valor nutritivo de la lechuga es diferente dependiendo de su variedad. La lechuga en general provee una pequeña cantidad fibra, algunos carbohidratos, un poco de proteína, y una mínima cantidad de grasa. Sus nutrientes más importantes son la vitamina A y el potasio.
La lechuga puede llegar a ser amarga durante el tiempo caliente y cuando los tallos florecientes empiecen a formarse. Lave y almacene las hojas en el refrigerador durante uno o dos días, bastante de sabor amargo desaparecerá. Evite almacenar lechuga junto a manzanas, peras o plátanos. Estas frutas despiden gas etileno, un agente natural de maduración, que hará desarrollar manchas marrones y pudriciones en la lechuga rápidamente.